La compañía sitúa así su capacidad eólica terrestre operativa y en desarrollo en el país en 163 MW, tras culminar recientemente su acuerdo con CEE Equity Partner, suscrito en marzo, que contemplaba la adquisición de dos parques eólicos operativos, con 112,5 MW de potencia, y el acceso a un tercero, de 50 MW, confirmado hoy en la subasta.
En tanto solo siete meses, a esta capacidad de 163 MW, cuya producción está asociada prácticamente en su totalidad a contratos de compra-venta de energía (PPAs) a 10 años, se suma el posicionamiento de Iberdrola en el mercado eólico marino del país. La compañía cuenta con una cartera de siete proyectos offshore, con una capacidad potencial de hasta 7.300 MW, tras la reciente adquisición del 70% del promotor Sea Wind.
En este contexto, Iberdrola trabaja en la puesta en marcha del Sea Baltic Hub, un polo renovable en el mar Báltico llamado a actuar como epicentro de servicios offshore y onshore, además de proporcionar contenido local a los proyectos de Iberdrola en el eje Alemania, Polonia y Suecia. El Báltico tiene un potencial de desarrollo eólico marino de 93.000 MW, de los que 28.000 MW se ubicarían en aguas polacas.
El resultado de la subasta de hoy confirma además la apuesta de Iberdrola por Polonia, donde cuenta ya con un equipo local de desarrollo. Además, reafirma la estrategia de la compañía de crecer en países con rating A -más del 75% de su Ebitda en 2020 procedió de geografías con calificación “A”-.
La participación en la subasta de Polonia está en línea con la estrategia de Iberdrola de posicionarse en nuevas plataformas de crecimiento renovable, y tras la docena de operaciones corporativas realizadas en el último año en países como Australia, Francia, Japón, Suecia, o Irlanda.
Uno de los grandes polos de crecimiento de la compañía para los próximos años será, precisamente, la eólica marina, donde Polonia cuenta con ambiciosos planes: aspira a que el 23% de su mix energético provenga de energías limpias al final de la década, para lo que el país prevé poner en marcha 8.000 MW eólicos en el mar.
En términos globales, la cartera eólica marina de Iberdrola asciende a 20.000 MW al cierre del primer trimestre del año, asentada sobre estas nuevas plataformas de crecimiento que permitirán al grupo alcanzar una potencia instalada en el mar de 12.000 MW al final de la década. Ya en 2020, la energía eólica marina aportó al Ebitda de Iberdrola 585 millones de euros, tras crecer un 72%; si bien su aportación ascenderá hasta los 2.300 millones de euros en 2030.
Iberdrola lleva dos décadas liderando la transición energética, actuando como agente tractor clave en la transformación del tejido industrial y la recuperación verde de la economía y el empleo. Para ello, la compañía ha lanzado un plan de inversión histórico de 150.000 millones de euros en la próxima década -75.000 millones de euros para 2025-, con los que triplicar la capacidad renovable y duplicar los activos de redes y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo.
Tras inversiones de 120.000 millones de euros en los últimos veinte años, Iberdrola es líder en energía renovable con cerca de 35.000 MW instalados en el mundo; un volumen que convierte a su parque de generación en uno de los más limpios del sector energético.
Con unas emisiones de 28 grCO2/kWh en Europa, diez veces menos que sus competidores europeos, la estrategia de inversión en energía limpia y redes llevará a Iberdrola a ser una compañía “neutra en carbono” en Europa en 2030.