La entidad recuerda que las medidas de protocolo diseñadas por las navieras superan los protocolos diseñados por la mayoría de instituciones públicas entre las que se encuentra el propio Govern. La asociación cree importante “hacer un reconocimiento al esfuerzo de estas compañías para adaptarse a las exigencias y necesidades a que obliga la pandemia”.
En cuanto a la repercusión económica la Plataforma defiende el perfil de este tipo de turista y lo engloba dentro de un colectivo que da prioridad al consumo cultural y gastronómico y que dista mucho del turismo de excesos ubicado en otras zonas de la isla. Para la portavoz de la entidad Àlex Fraile “la llegada de este primer crucero se produce en un momento donde el Gobierno Británico mantiene las restricciones y por lo tanto puede ayudar a pequeños empresarios de la isla a compensar la falta de turista ingleses, aunque desde un punto de vista cuantitativo no sea comparable”.
La Plataforma espera que la llegada del Mein Schiff 2 tenga la misma repercusión positiva que tuvo en Málaga y “se vea el lado más positivo y necesario que en estos momentos necesita nuestra economía y tras la recesión más grande que hemos padecido”.
Finalmente Fraile ha asegurado que “espera que el debate sobre los cruceros sea constructivo y con el máximo consenso entre los diferentes sectores ya que se trata de un tipo de turismo muy transversal”.