Según los datos del propio partido, Podemos tiene en este momento alrededor de 139.000 inscritos, cifra que parece muy alta, pero los inscritos no son militantes, aunque los militantes si son inscritos. Podemos no llega a los 19.000 militantes, entendiendo como militante aquel que paga una cuota, pero sigamos con los inscritos y la elección de Belarra. De los 139.000 inscritos tan solo 53.443 se inscribieron para votar en la IV Asamblea ciudadana y de esos que se inscribieron para votar, 45.753 votaron a Ione Belarra, ósea, tan solo el 32,9 % de los inscritos han votado a la candidata oficialista y el 67,1 % o no la ha votado o ha votado en contra.
Está claro que, aún habiendo ganado por una enorme diferencia sobre los otros dos candidatos, los números no engañan y que ha sido demasiado ruido para tan pocas nueces. Esto, sin tener en cuenta que las candidaturas oficialistas en aquellos partidos tradicionales con poca o ninguna democracia interna, suelen ganar de forma clara puesto que, además de contar con el aparato del partido, cuentan con un gran número de palmeros y trepas sin escrúpulos ni ideología que hacen lo que sea preciso para seguir saliendo en la foto, incluido el peloteo y el lameculos.
De todas formas, hemos de ir con mucha prudencia en el análisis de los datos que sobre inscritos, afiliados, simpatizantes, círculos y mandos suelen dar desde Podemos. Según datos del propio partido, cuando se puso en marcha el nuevo sistema de apoyo al partido tenían en tono a los 525.000 inscritos de los que al final, tras el nuevo sistema, se quedaron en algo menos de 19.000 afiliados con carnet y pagando cuota, de los que unos 800 eran cargos (casi el 5%) pero para no dar imagen de estampida el partido opto por denominar “simpatizantes” a los que no pagaban y, aún así, pocos días después, cuando Podemos pasó a consultar a sus bases si entraban o no al gobierno reconocían que los inscritos o simpatizantes eran 230.000, es decir, en un par de semanas perdieron 295.000 inscritos o, quizás nunca los tuvieron.
Pero más datos para completar el galimatías de militantes, inscritos o simpatizantes. En el año 2017, cuando aún formaban parte de Podemos las corrientes escindidas con posterioridad, Errejonistas y los Anticapis, hicieron una prueba para evaluar con cuantas personas realmente comprometidas contaban y declararon tener unos 14.000 afiliados.
En definitiva, los números de podemos no son lo que dice que son, sino que son, lo que en cada momento interesa que sean. Quizás deberían hacer algún curso acelerado de matemáticas, aunque, conociéndolos, son capaces de convertir las matemáticas de ciencia exacta a ciencia natural y que los números varíen en función de la alineación de los astros, el zodiaco o el crecimiento de los mares.
Como dicen en mi pueblo, ¡¡¡para mear y no echar gota!!!