El balneario 6 de Platja de Palma ah sido el escenario de estas vergonzosas y lamentables imágenes. Aglomeraciones de jóvenes locales y extranjeros. la mayoría sin mascarilla y sin respetarse la distancia de seguridad, música a todo volumen, ruido y alcohol en abundancia.
Las ansias de libertad y el fin del toque de queda no significan que uno pueda hacer lo que le dé la gana, porque hay que recordar que el botellón sigue totalmente prohibido.
Además, la mayoría de estos jóvenes parece haber olvidado que el coronavirus sigue presente en Balears. Las cifras sanitarias son buenas, pero esto no significa que haya desaparecido.
Estos actos de irresponsabilidad e incivismo pueden implicar un aumento exponencial de los contagios y positivos en la isla. Unas imágenes que no deberían de volverse a repetir, porque cabe recordar que la temporada turística está en juego.