Según consta literalmente en un documento del Govern balears “la actuación de un DJ es una actividad de amenización per medios mecánicos o electrónicos propia de una sala de siesta, sala de baile, café-concierto, discoteca y bar de copas. No se puede considerar ni música ambiental ni tampoco música en vivo, por lo que es una actividad que no está permitida con la normativa actualmente vigente”.
Así pues, un DJ no puede trabajar en un evento privado o, tal y como dice el texto, actuar en un recinto que no sea de los anteriormente citados. Para el diputado portavoz de VOX en Baleares, Jorge Campos, se trata de “una muestra más del odio de Armengol y sus socios del tripartito a todo lo que sea trabajar e intentar ganarse la vida de forma honrada en la hostelería y el ocio”.
Campos ha señalado que “el sectarismo de la izquierda llega al extremo de prohibir que si un ciudadano organiza un evento privado, ya sea una boda o una exposición, por poner dos ejemplos, no pueda contratar a un DJ. Lo dicen los mismos que recomiendan desde una web institucional que los ayuntamientos contraten a delincuentes prófugos como Valtònyc. Eso sí, un DJ y las personas que hacen posible la actuación, no. Esos deben ser trabajadores de segunda para Armengol”.
Campos cree que esta medida es un “ataque directo” al turismo y al ocio en general: “¿Qué va a pasar en Eivissa donde los espectáculos con DJs son parte sustancial de su imagen internacional? ¿Qué quiere Armengol, que los turistas bailen ball de bot en Eivissa?”.