Entre los encuestados hay quien considera que "la vocación de político debería ser de servicio a la sociedad", mientras que otros advierten que "basta ver las puñaladas que se pegan para salir en las listas electorales".
En este sentido, hay encuestados que creen que "los cargos públicos se agarran a la silla y no la sueltan" y añade otro "tienen un buen sueldo y luego un buen retiro, luego les enchufan a una empresa pública a seguir ganando más dinero y el país se va a hacer puñetas". También hay personas que son de la opinión de que "si son personas que tienen la vida solucionada económicamente, están su tiempo y luego no quieren más problemas".
Por otro lado, hay participantes que creen que los políticos se aferran a la silla y al cargo "como un pulpo a una piedra", añadiendo que "una vez ha terminado su cometido, deben volver a donde estaban antes".