Así lo ha indicado tras la reunión del Patronato de la Fundació, que ha tenido lugar en la sede de la CAEB en Palma, en la que ha estado presente la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela.
En el orden del día, los asuntos de trámite se han centrado en la aprobación de las cuentas anuales de pasado ejercicio, así como el seguimiento de la ejecución del 'Plan de actuación 2021'. Sin embargo, buena parte de la sesión se ha orientado a abordar el rol que la Fundación puede desempeñar en el actual escenario regional, dominado por la elevada complejidad de la toma de decisiones y la necesidad de trazar, al mismo tiempo, una hoja de ruta que permita rearmar el potencial competitivo de Balears.
La actualización del Índice de Competitividad Global se ha hecho pública este miércoles y se trata de la primera herramienta que puso en marcha la Fundación. Esta caída de 16 puestos deja al archipiélago en el puesto 148 de 233 regiones europeas. Hoy, las Illes, operan en un entorno competitivo que recoge la desvinculación de 35 territorios después de que el 1 de febrero de 2020 se formalizara la salida del Reino Unido.
En estos momentos, el liderazgo competitivo lo asume, nuevamente, la región sueca de Estocolmo, acompañada por Flevoland y Holanda Septentrional, Dinamarca-Capital, Utrecht y Alta Baviera en las cinco primeras posiciones. En este terreno, las Illes obtienen una puntuación competitiva inferior a la media europea con la que han recorrido el 46,7% del arco de puntuaciones del entramado regional de la Unión, un porcentaje que rebaja sensiblemente el alcanzado tres años atrás (50,6%).
Dichos resultados señalan, en palabras de Riera, que "las Illes afrontan el escenario post-COVID con grandes decisiones a tomar sobre los fundamentos de su actual posición competitiva en el entramado regional europeo". En estos momentos, ha destacado, "Balears requiere centrar la atención de manera urgente en los impulsores de la eficiencia si pretende rearmar nuevas fuerzas competitivas, pues su posición es crítica en los pilares que son clave para el aprovechamiento del talento y, consiguientemente, para incrementar la productividad".
Por este motivo, Riera ha defendido la necesidad de forzar una visión-región, que permita hacer frente a estos "desequilibrios de competitividad" y aprovechar la oportunidad que brindan los fondos europeos.
Sobre esta cuestión, el conseller Negueruela ha asegurado que se está trabajando con el Ministerio de Turismo para marcar las pautas para la convocatoria de los fondos. "Queremos tener ya un marco de qué queremos hacer con estos fondos europeos para turismo, que estamos cerrando prácticamente ya con la Fundación para poder dar explicaciones públicas", ha señalado.
Negueruela ha fijado como objetivos en materia de turismo: caminar hacia la circularidad de la economía y hacia un planteamiento de sostenibilidad ambiental y social.
En cuanto a la pérdida de competitividad de la región, el conseller ha explicado que, en la pasada legislatura, Baleares venía "de una situación donde el Índice de Competitividad Global tenía déficit en educación", por lo que "se destinó más presupuesto que nunca a la universidad" y se pusieron en marcha acuerdos en materia de FP, entre otras cuestiones.
"Estas medidas aún no se han podido medir porque algunas no han acabado su recorrido universitario y académico", ha indicado. "Veníamos de una legislatura en la que se cerró todo el presupuesto en materia de infraestructuras", ha añadido.