Por ello, los fundadores de la Fundación han tenido, desde el principio, la voluntad de que la Fundación realizase en dicha ciudad algunas de sus actividades.
Así, en 1996, Antonia Barceló Oliver donó generosamente a la Fundación la casa familiar que había heredado de sus padres, situada en la Plaza del Arrabal número 7 de Felanitx, reservándose el derecho de habitarla de forma vitalicia. Es un edificio de tres plantas, ubicado en el mismo centro de la ciudad.
No obstante lo anterior, cedió el uso de la sala más grande y de dos salones adjuntos de la primera planta para las actividades de la Fundación. Durante los años siguientes se hicieron las obras de restauración de la citada primera planta, en las cuales se invirtió la cantidad de 306.626 euros y se inauguró la subsede el 13 de noviembre de 2004.
Del mismo modo, en 2012, Francisca Barceló Oliver donó de forma altruista a la Fundación la finca rústica 'Son Barceló', situada cerca del centro de la ciudad de Felanitx.
La Fundación restauró las casas de la finca, realizó una ampliación y la dotó de un pozo de agua con una inversión de 259.933 euros.
En el transcurso de los año, la Fundación ha adquirido doce parcelas anexas a la propiedad con una inversión de 88.500 euros.
Esto son dos ejemplos de la vinculación y el arraigo de la Fundación Barceló con el municipio de Felanitx, donde también llevan muchas otras actividades a través de exposiciones, concursos infantiles de pintura, formación profesional, fomento del arte y la cultura, música o conservación del patrimonio.