Rosario Sánchez, consellera de Hacienda, ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern y a preguntas de nuestro compañero Biel Ramis, que este centro puede servir para "diversificar nuestro modelo económico y caminar hacia una sociedad con más investigación e innovación".
La polémica salta cuando es el propio Govern el que dispone de otro edificio, totalmente construido y con más de 10.000 metros cuadrados, abandonado desde hace más de cinco años en el Parc Bit. Un edificio, por cierto, cuyo coste rondó los 12 millones de euros. Una cantidad que se hace más dolorosa al comprobar que su única utilidad es acumular polvo y servir de reposo a los candados que cierran sus puertas.
Preguntada sobre esta cuestión, Sánchez ha señalado que "el edificio está cofinanciado con fondos europeos y está destinado a ser un laboratorio de la Universitat. Tan pronto se le asignen los usos, miraremos de activar este laboratorio. Si quisiéramos darle otro uso, tendríamos que justificarlo ante la Unión Europea".
