Cerdà ha hecho estas declaraciones en el transcurso de una entrevista con nuestra compañera Yolanda Hernández en CANAL4 Ràdio, donde ha apuntado que "seguramente este hecho está relacionado con el cambio climático y el deshielo del Ártico. Lo más probable es que Wally se haya desorientado, perdiendo su sentido migratorio".
La representante de Tursiops ha señalado que "ahora mismo no sé dónde se encuentra Wally", y ha recordado que "está prohibido acercarse a los cetáceos. Tiene que haber una distancia de hasta 60 metros con el animal. Así que recomiendo a la gente que deje tranquilo a este animal. Ya hay videos más que suficientes de él en YouTube".
Cerdà ha reconocido que "Wally está muy delgada. En el Mediterráneo no existe el ecosistema del que proceden los recursos de los que se alimenta, y las ballenas no acostumbran a cambiar sus hábitos alimenticios. Wally no se puede alimentar por sí misma en el Mediterráneo".
Ante esta situación, Cerdà reconoce que "pueden pasar dos cosas: o que la ballena acabe varando en la costa, donde sería eutanasiada, o que alcance mar abierto, en cuyo caso se la dejaría marchar libremente".
Este episodio ha copado informaciones de los medios de comunicación y despertado el interés de muchos curiosos, pero Cerdà reconoce que "en 2010 ya se produjo una situación similar cuando otra ballena gris se dejó ver por las costas de Israel y más tarde en Barcelona, aunque finalmente se le perdió la pista".
