Además, en colaboración con la empresa especializada Tesela Natura, la energética ha instalado estos días 105 colmenas, que albergan otros 5 millones de abejas, en la planta fotovoltaica extremeña de Núñez de Balboa.
El proyecto, que continuará desarrollándose en otras plantas fotovoltaicas de Iberdrola en España, persigue demostrar cómo la ubicación de polinizadores en instalaciones renovables puede mejorar la estabilidad de los ecosistemas y potenciar el rendimiento de los cultivos de las tierras agrícolas circundantes. En los parques fotovoltaicos las abejas cuentan con terrenos libres de herbicidas y químicos agrarios porque el crecimiento de hierbas se controla mediante el pastoreo de ganado. Así, estas iniciativas generan zonas ecológicas que permiten estudiar cómo el cultivo de plantas aromáticas -eucalipto, milflores, romero, retama y tomillo- incrementa la calidad de la miel mientras.
Con estas actuaciones, la compañía avanza en su objetivo de mejorar la biodiversidad en el entorno de sus desarrollos renovables y contribuye a proteger una especie como las abejas, responsable de la polinización del 80% de las plantas del planeta y del 75% de los alimentos que consumimos. En paralelo, promueve el desarrollo de la economía circular ya que la miel producida se comercializará.
Ubicada en el término municipal de Puebla de Guzmán (Huelva), la planta fotovoltaica de Andévalo evita la emisión de 15.000 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año. Su producción de energía 100% renovable contribuye desde hace meses a descarbonizar el proceso de fabricación de cerveza, que realiza HEINEKEN en sus cuatro fábricas en España.
Por su parte, la instalación renovable de Nuñez de Balboa en Usagre (Badajoz) tiene capacidad para suministrar energía limpia a una población equivalente de 250.000 personas y evita la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año.
Iberdrola tiene plenamente integrada la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas dentro de su estrategia, demostrando que es posible hacer convivir de manera eficaz el suministro de energía competitiva, limpia y sostenible con el equilibro del medio ambiente.
La compañía prevé alcanzar ‘la pérdida neta nula’ de biodiversidad en 2030, apostando por el impacto neto positivo en los nuevos desarrollos de infraestructuras.
Iberdrola ha realizado más de 1.450 acciones de protección a la biodiversidad en los último tres años, combinando la instalación de proyectos renovables con la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas, cuidando flora, fauna y patrimonio natural.
La compañía está alineada con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) directamente relacionados con la naturaleza ( los ODS 6, 13, 14 y 15) y trabaja para fomentar el desarrollo económico y social, respetando el medio ambiente.