El hostal se creó en 1967 y con los años ha ido evolucionando. "Formo parte de la tercera generación. Mis abuelos compraron la fonda del pueblo, el primer bar con televisión que acabó convirtiéndose en una pensión y luego en un hostal".
Sobre la heladería, Aceituno ha explicado que "Nuestra base es la heladería, el cucurucho y las tarrinas son lo más demandado aunque los crepes y gofres también se piden mucho". Además, el propietario gerente ha manifestado que "hemos ampliado el abanico de productos, hemos añadido los polos y la repostería helada". Cabe destacar que la heladería y cafetería ofrece también servicio de coctelería.
"El 80% de nuestros clientes de la heladería son mallorquines y esto nos ha ayudado a poder salir adelante. La Colònia de Sant Jordi es un sitio de segundas residencias y esto nos ha permitido poder dar continuidad al negocio. Abrimos el pasado 12 de marzo con el servicio take away de la heladería", ha destacado Aceituno, sin embargo, ha lamentado que "el hostal ha sido un desastre, hemos tenido muchos meses cerrado".
"El sector de la hostelería no hemos recibido muchas ayudas, las necesitamos, estamos ahogados", ha afirmado el gerente del hostal y la heladería Colonial, que sin embargo, no se quedó de brazos cruzados y ha apostado por buscar soluciones: "Intentamos ofrecer cosas diferentes que estén en nuestra línea, como darnos a conocer por las redes sociales para llegar a los clientes".
De hecho, esto ha permitido que muchas familias de Mallorca conozcan el hostal y pasen unos días de descanso. "Contamos con 10 habitaciones y dos pisos vacacionales. Solemos tener gente viajera que viene durante unos 5-6 días y cogen la habitación con desayuno".