Fernández ha señalado que "anualmente se producen unas 170 toneladas de lana en Mallorca, de las cuales solo 50 son aprovechadas por diferentes entidades". Así, un producto del que antes el ganadero podía sacar algún tipo de beneficio, por poco que fuera, ahora se ha convertido en un gasto que tendrá que asumir el ganadero, "que se se tiene que hacer responsable de la lana y eso le va a suponer un pequeño sacrificio".
Una situación que denunció la semana pasada en CANAL4 Ràdio el gerente de Asaja Balears, Joan Simonet, y ante la que la conselleria ha "contratado un gestor de residuos" para poder "facilitar algo la vida" a las ganaderos".
Así, Fernández ha señalado que "los ganaderos disponen de cinco puntos (Porreres, Artà, Andratx, Sineu y Calvià) para entregar la laca en las sacas homologadas que las cooperativas les habrán suministrado previamente. A partir de ahí, todos los residuos serán trasladados a Tirme para su posterior incineración".
A pesar de todo, Fernández ha señalado que el futuro de la lana en Mallorca pasa por la "investigación. Hay alternativas para evitar que se convierta en un mero residuo: se puede biocompostar, se puede utilizar como material aislante en la construcción e incluso puede ser un buen sustitutivo en la industria de las fibras. Son inversiones a largo plazo, pero merece la pena que las saquemos adelante".