La herramienta ha sido presentada en el Arxiu del Regne de Mallorca, en un acto con profesionales del sector de la atención a la infancia. El proyecto ha sido posible con la colaboración del Instituto Balear de la Mujer (IbDona), la Conselleria de Asuntos Sociales y cuatro universidades y el apoyo del Gobierno de España.
La herramienta, enfocada a uso profesional a partir de 11 años, ofrece una primera evaluación que acompaña a la comunicación del Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), contemplando diversos indicadores para evaluar el riesgo de cada caso.
Por ejemplo, se analizan cuestiones como si la menor está en posesión injustificada de dinero u otros objetos de valor, si presenta lesiones de origen desconocido, si presenta absentismo escolar, cambios bruscos de personalidad, etc.
Desde el Govern han explicado que uno de los principales objetivos es combatir el fenómeno que coloquialmente se conoce como 'sugar daddies', hombres que explotan sexualmente a mujeres mucho más jóvenes a cambio de dinero y regalos.
Esta herramienta se incluye dentro de una guía de actuación ante casos de explotación sexual en la infancia y la adolescencia, dirigida a profesionales relacionados con la atención a menores -trabajadores del ámbito de la salud, educadores sociales, fuerzas de seguridad, etc-. El instrumento se presenta como un complemento a los protocolos ya existentes.
La herramienta deberá pasar ahora una fase de pruebas y en última instancia se pretende llevar a cabo una validación empírica que requeriría la colaboración de otras Comunidades autónomas.
La consellera de Igualdad, Mercedes Garrido, ha confiado en que cuando la herramienta supere todo el proceso de validación se pueda extender a otros ámbitos y que incluso Europa le dé su aprobación para integrarla dentro de los protocolos.
Además, Garrido ha valorado el carácter "pionero" de la herramienta. "El compromiso del Govern era revisar y actualizar todo lo que fuera necesario para fortalecer la lucha contra la explotación sexual infantil", ha incidido.
Por su parte, la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, ha recalcado que aunque "es muy doloroso hablar de este tema", "existe y el silencio no es una solución".
Durante la presentación, la directora de la herramienta, Beatriz Benavente, ha explicado que una de las dificultades para identificar estos casos es la propia renuencia de la víctima a contarlo, ya que "muchas no se dan cuenta de que son víctimas de un abuso" y "pueden sentirse cómplices por haber tenido algún tipo de recompensa", entre otros motivos.
Benavente ha alertado asimismo de que la expansión de Internet ha facilitado a los explotadores llegar hasta sus víctimas, así como "la normalización de ciertas prácticas" en la cultura popular.