El último libro de Martínez, por increíble que pueda parecer, no versa sobre las necesidades de los ciudadanos de Palma, ni las mejoras que podrían beneficiar a la ciudad. En la entrevista que le realiza el periodista Pep Verger al exconseller de Turisme para el suplemento El Económico publicada la pasada semana; Martínez no deja de postularse como un salvador capaz de enderezar una economía demasiado comprometida por el monocultivo turístico afectado por la pandemia. Es como si Martínez tuviera la fórmula de la Coca- Cola.
En El Económico, Martínez habla como si aún fuera conseller de Turisme, aunque ya no lo es. Habla como si fuese el President de la comunidad autónoma, aunque no aspire a ello. Martínez habla como si fuera un líder omnipresente y omnipotente. Habla de todo menos de lo que se presupone, tendría interés en hacer.
Si usted quisiera presentarse para gobernar una ciudad como Palma y le hicieran una entrevista, ¿de qué hablaría? La lógica aplastante dice que aprovecharía cualquier oportunidad para vender su proyecto a los electores. Un razonamiento que, al parecer, no comparte Jaime Martínez.
Él, sin ir más lejos, se permite lanzar mensajes demoledores. Como cuando manifiesta que “en Balears, no hay suelo urbanizable y no habrá en un futuro”, lo cual traducido, significa que el precio de las viviendas será caro. Pero de Palma no dice ni mu.
Expone Martínez eliminar plazas hoteleras. Al margen de la idea, no profundiza en el concepto. El periodista Pep Verger, excelente en su papel, repregunta una y otra vez sobre ese asunto. Martínez no entra al trapo. Solo nos muestra el tapón de la Coca Cola que presume tener pero no nos deja ni olerla. De Palma, ni mu.
No hay duda de que Martínez es un claro defensor de los grandes hoteleros. Pero de los grandes grandes, de los que salen en las fotos. Todos aquellos más modestos o aquellos que practican el alquiler vacacional no disfrutan del beneplácito del exconseller. Y de Palma… ni mu.
Tras leer y releer la entrevista a Jaime Martínez en El Económico, y tras ponerla en el contexto de quién es Jaime Martínez hoy en día, resulta inevitable pensar que pixa fora de test. Parece más una autopromoción de un presidente de gobierno autonómico que otra cosa.
Por ahora Palma no parece estar en la ruta de Jaime Martínez. Palma is not on my way. Entonces, si no se dirige hacia Palma… ¿dónde vas, Jaime Martínez?