En concreto, los resultados indican que la contribución global de los cruceros al incremento de contaminantes en la ciudad es relativamente modesta en comparación del impacto global del Puerto de Barcelona y destaca también la incidencia de otras fuentes de polución como el tráfico de vehículos o los vuelos.
De hecho, los investigadores han llegado a la conclusión de que los cruceros tienen un impacto menor en la contaminación de Barcelona. Precisamente, el estudio cifra en un 3% el peso máximo de sus emisiones en el global de los contaminantes detectados por las estaciones medidoras en el aire.
Los investigadores han empleado esta herramienta para predecir de qué manera la industria de los cruceros contribuye a los niveles de concentración de contaminantes del aire de Barcelona. Los resultados indican que el incremento de partículas es relativamente modesto en comparación al impacto global del puerto.
Así, el equipo de investigadores de la URV, liderado por Alexandre Fabregat, ha empleado herramientas de aprendizaje automático (machine learning) para calcular la contribución de esta industria a los niveles de contaminación en diferentes puntos de la ciudad de Barcelona.
La capital catalana ha sido durante los últimos años el destino turístico más importante en número de cruceristas de Europa. Llegan aproximadamente cada mes entre 25 y 120 cruceros (entre 850 y 1.050 si consideramos todo el conjunto de llegadas). El equipo ha generado modelos de predicción de la calidad del aire combinando bases de datos de concentración de contaminantes del aire (óxidos de nitrógeno, óxido de sofre, ozono troposférico, monóxido de carbono y partículas dispersas en la atmósfera), datos meteorológicos y registros históricos de los diferentes modelos de tráfico incluyendo el rodado en la red viaria de la ciudad, el aéreo al aeropuerto y el marítimo al puerto.
Toda esta información se ha empleado para generar modelos matemáticos capaces de calcular con precisión la concentración de contaminantes del aire en diferentes localizaciones del área metropolitana. Los nuevos modelos han demostrado que tienen una capacidad de predicción superior a la de las herramientas tradicionales de dispersión de contaminantes.
De este modo, los resultados indican que la contribución global de los cruceros al incremento de contaminantes en la ciudad es relativamente modesta en comparación del impacto global del Puerto de Barcelona. El análisis indica que el tráfico portuario de cruceros contribuye de forma muy localizada a aumentar la concentración de contaminantes.
La metodología es aplicable en cualquier otra zona urbana en la que haya datos históricos de concentración de contaminantes, meteorología e intensidad del tráfico u otros factores, como por ejemplo actividad industrial, susceptibles de impactar en la calidad del aire local.
El modelo creado en la URV permite calcular con precisión el nivel de contaminación del aire en zonas metropolitanas. Los investigadores han empleado la herramienta para predecir de qué manera la industria de los cruceros contribuye a los niveles de concentración de contaminantes del aire de Barcelona. Los resultados indican que el incremento de partículas es relativamente modesto en comparación con el impacto global del puerto.