"Hay médicos que, ante un paciente con alguna enfermedad crónica, le recomiendan una determinada vacuna u otra. No se trata de una irregularidad en ningún momento, es solo una recomendación. Pero es una recomendación que puede generar cierta angustia o frustración en el paciente, ya que al llegar al punto de vacunación recibirá la vacuna determinada por la franja de edad. Y aquí cabe recordar de nuevo que estamos ante una campaña de Salud Pública y que los criterios vienen marcados por el Ministerio y son inamovibles", ha señalado Carandell.
Una Carandell que ha adelantado que "el personal esencial que haya recibido la primera dosis de AstraZeneca y cuya fecha para la segunda puesta esté próxima, recibirá en los próximos días un SMS comunicándole que este segundo pinchazo se retrasa. Es el Ministerio el que debe decidir si se utiliza AstraZeneca en la segunda dosis o se apuesta por otra farmacéutica".
En cualquier caso, Cardell ha recodado que "con la primera dosis ya se dispone de muchísima protección. Disminuye una barbaridad la posibilidad de hospitalización y de sufrir una enfermedad grave".
La directora de Asistencia Sanitaria del IbSalut reconoce que "entiendo perfectamente que haya dudas en cuanto al uso de AstraZeneca. Ha sido una campaña muy complicada, con mucha información, pero la respuesta de la sociedad ha sido ejemplar. Solo por poner un ejemplo, de las 8.764 personas que han solicitado cita a través de BitCita solo 22 no han venido a vacunarse".
Carandell también ha indicado que "esta misma tarde se empezará a vacunar con las 3.600 dosis de Janssen que ha recibido Balears y que irán destinadas a la población de entre 70 a 79 años. Así, la prioridad ahora mismo es vacunar a toda la población por encima de los 60 años, teniendo en cuenta todos los problemas que se han generado por los problemas de suministro" y de las pausas sufridas en la administración de las vacunas de AstraZeneca y Janssen.
"La estrategia de vacunación pivotaba entorno a la vacuna de AstraZeneca, pero la realidad es que estamos en una situación muy irregular. Lo más probable es que finalmente tengamos que vacunar a la población menor de 60 años con las dosis de Pfizer", ha indicado Carandell, quien ha vuelto a asegurar que "si las vacunas llegaran podríamos tener al 70 por ciento de la población inmunizada en verano. Tenemos músculo sanitario de sobra para poner 264.000 vacunas a la semana. No se queda ninguna vacuna en la nevera, la tasa de utilización se sitúa en el 95-96 por ciento".
Preguntada por si la cuarta ola ya está controlada, Carandell ha tirado de prudencia al señalar que "no nos podemos confiar de ninguna manera. Gracias al sufrimiento de la población por las restricciones impuestas hemos conseguido aguantar la situación".
