El texto también está dirigido a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y al Defensor del Pueblo, Francisco M. Fernández Marugán.
En el escrito, el alcalde expone los hechos ocurridos el pasado Viernes Santo, 2 de abril, cuando tuvo lugar una agresión a dos miembros de la Policía Local de Capdepera, a consecuencia de la cual dichos agentes sufrieron lesiones que a día de hoy todavía no han sanado y permanecen de baja laboral.
"Dada la superioridad numérica de los atacantes no se pudo en ese momento proceder a la detención de los agresores, redactándose posteriormente el correspondiente informe de los hechos al efecto de dar inicio al preceptivo atestado policial para en primer lugar investigar los hechos y, proceder después a la detención de los posibles autores", señala el alcalde, quien añade que se trasladó esta información a la Guardia Civil de Artà.
En el escrito, Fernández considera que, desde el día de los hechos hasta el día 5 de abril de 2021, la comparecencia de los presuntos agresores "se dilató mucho en el tiempo". "En ningún momento anterior fueron detenidos, sino que, como ya se ha dicho, la entrega fue voluntaria", señala.
Así, el alcalde apunta que los hechos descritos "podrían ser constitutivos de faltas disciplinarias por parte del Cuerpo de la Guardia Civil", por lo que pide la práctica de una información reservada para "el esclarecimiento de los hechos, y en caso de observarse irregularidades, la determinación de sus presuntos responsables y la procedencia de iniciar o no el procedimiento sancionador".
Cabe recordar que, el pasado 14 de abril, el alcalde aseveró que había indicios de que la actuación de la Guardia Civil "no fue la correcta". "Debería haber actuado de otra forma", afirmó, para después detallar que las actuaciones se deberían haber realizado la misma tarde de la agresión.
El alcalde de Capdera indica en el escrito que, el pasado 14 de abril, durante una reunión con la delegada del Gobierno, Aina Calvo, y el coronel jefe de la Guardia Civil de Balears, este último se reafirmó en su versión de los hechos.
De acuerdo con el alcalde, Calvo "se rió de la petición" del Ajuntament, para que se abriera una investigación con el fin de revisar los hechos, "por encontrarla absurda".