La directora general de Turisme se mostró contundente al señalar que el turismo de excesos no "será tolerado. Ya hemos hablado con los touroperadores que trabajan con este tipo de turistas que en Balears no se podrán saltar las normas ni poner en riesgo la salud de nuestros ciudadanos. El control total no existe, pero vamos a dejar muy claro qué se puede y qué no se puede hacer. La información es fundamental".
Morillo confía en "la responsabilidad de los empresarios. No creo que nadie abra un día para hacer caja y se exponga luego a que le cerremos el local. El año pasado ya precintamos varios establecimientos y hay cosas que no vamos a tolerar. Entiendo perfectamente la situación por la que está pasando el sector, pero no creo que este sea el tipo de turismo que te hace ganar dinero".
La directora general apuesta por "seguir por la senda de la prudencia como hasta ahora. A pesar de que existen tantos factores que no dependen de nosotros, lo que tenemos que hacer es estar preparados para cuando podamos empezar a recibir turistas. Hay que hacerlo bien, no rápido, y de manera segura. Hemos demostrado durante esta mini Semana Santa que los turistas pueden llegar sin incidencias y de manera segura".
"Somos un destino serio. Cuando anunciamos algo los touroperadores saben que vamos a cumplirlo. Por eso no me preocupan los anuncios de que ciertos destinos ofrecen vacunas a los turistas que los visiten. Hay que ver cómo acaba esa noticia. Lo que tenemos que hacer nosotros es mantener nuestra reputación frente a Alemania y Reino Unido", ha señalado Morillo.
La directora general ha mostrado su confianza en que "el proyecto del certificado de vacunación permita cierta fluidez en la movilidad entre países", al tiempo que ha señalado que el ERE del 15 por ciento de su plantilla anunciado por TUI demuestra que "la cosa está muy mal para los touroperadores. La incertidumbre es muy complicada: no se sabe cuándo se va abrir, cuántos vuelos se podrán programar, qué hoteles estarán abiertos...".
