La empresa de análisis augura que las pérdidas acumuladas hasta la fecha difícilmente se verán compensadas, "incluso con una posible mejora del negocio a corto plazo", algo que rige para todos los destinos.
Tradicionalmente, los meses de enero y febrero son los más importantes en Alemania para las reservas de la temporada de verano. Cabe resaltar que, el año pasado, la pandemia de coronavirus aún no había impactado en estos dos meses.
La TDA ha explicado que a mediados de marzo de este año, cuando se puso fin a la alerta de viaje para Baleares (uno de los destinos favoritos de los alemanes), el negocio de los viajes turísticos experimentó algo de impulso.
Sin embargo, muchos veraneantes se han concentrado hasta ahora en el periodo a partir de otoño, que ha supuesto casi la mitad del volumen de reservas en febrero.
Los principales destinos elegidos para el verano siguen siendo el Mediterráneo oriental, con Grecia y Turquía, seguido de regiones turísticas en el Mediterráneo occidental.
En comparación con enero, han despertado más interés destinos a los que se puede llegar en coche, algo que está beneficiando especialmente a destinos internos y a Austria.
Para la temporada de invierno 2020/2021, que se prolonga hasta finales de marzo, se estima una caída en la facturación del 92 por ciento debido a las restricciones a los viajes por el COVID-19.