Según ha informado Endesa en un comunicado, la Fundación realiza desde 2005 estos procesos de capacitación y activación socio-laboral consistentes en acciones informativas, de orientación o formación para personas con dificultades para incorporarse al mercado laboral o a recursos normalizados de ocupación.
Se trata de dar una respuesta satisfactoria a la necesidad de integración de personas con dificultades, creando oportunidades y redescubriendo sus capacidades.
El proyecto, según ha añadido Endesa, está dirigido a favorecer la inserción sociolaboral de usuarios en riesgo de exclusión social en Eivissa.
Así, ha sido diseñado para ofertar 15 plazas anuales simultáneas con procesos que duren unos cuatro meses, aunque en 2020 se alargaron en el tiempo debido a la pandemia puesto que durante el estado de alarma la actividad quedó paralizada. A pesar de ello, se mantuvo el pago de becas como apoyo a los usuarios.
El proceso de capacitación tiene lugar a través de trabajos ligados a la actividad de recuperación de residuos. Así, los talleres se centran en la recogida selectiva, con recogida domiciliaria de voluminosos.
También se realiza un taller de acondicionamiento para recibir y clasificar los materiales que llegan a la entidad; otro taller con la ropa donada y un taller de donaciones centrado en la atención al público y carga de muebles. Un equipo de monitores supervisa la actividad diaria, según Endesa.
La compañía ha recordado que la segunda fase de su Plan de Responsabilidad Pública de Endesa está dotada con 13 millones de euros, que se suman a otros 12 millones de inversión incluidos en la primera fase de esta acción.
En esta segunda etapa, su objetivo es la reactivación socioeconómica y ayuda a los vulnerables, reiterando que en su Plan de Responsabilidad la formación se ha convertido precisamente en una ayuda fundamental.
La compañía ha reforzado su mensaje de no dejar a nadie atrás como parte de su estrategia global.