"Una vez más se vuelve a aplicar toda la fuerza contra el sector más afectado de este pandemia, el de la restauración, ya que las autoridades no son capaces de poder controlar ni las calles, ni las playas, ni los botellones y mucho menos las fiestas privadas en interiores", han manifestado ambas entidades en un comunicado.
En esta misma línea, ha indicado que el Ejecutivo "toma la decisión más fácil para ellos", afectando así "siempre a los mismos". También han lamentado que muchas personas, que habían hecho un esfuerzo "enorme" para adaptarse a la situación actual, "viven de la restauración".
Concretamente, han señalado que muchos de estos negocios ya habían hecho la compra de los productos que se iban a consumir tras la apertura de los interiores de bares y restaurantes. "Todo esto vuelve a ser un gasto, dejando a muchos establecimientos sin posibilidad de darle salida", han añadido.
Por otra parte, han asegurado que el sector ha presentado incluso planes de renovación del aire interior, a los que la administración "no les ha hecho ningún caso". Asimismo, han recordado que se han hecho campañas para que los clientes cumplan las medidas, "cosa que no ha hecho la administración".
"Lo más frustrante es no saber en qué fecha se podrá volver a abrir, con todo lo que eso conlleva para los restauradores, en cuanto a mantenimiento y reapertura, que van de cierre en cierre perdiendo el dinero que invierten por la inoperancia de las autoridades", han lamentado las patronales.
Es por esto que consideran que el cierre de los interiores del sector de la restauración "no es aceptable" y han advertido a las administraciones públicas de que estos negocios no pueden permitirse una cuarta ola. Además, han vuelto a pedir que se tomen las medidas necesarias en la vía pública y en el control de encuentros privados.
"El problema no está en la restauración, que cumple estrictamente con todas las medidas higiénicas y sanitarias pertinentes", han reivindicado.
Ante esta nueva restricción, CAEB y Pimem han reclamado que se permita un 100 por cien del aforo en las terrazas, para que los que puedan abrir lo hagan "de una forma digna y con un mínimo de actividad". Para los locales que no tienen terrazas, solicitan, al menos, un aforo del 20 por ciento.
También han reclamado que los 17 municipios que no tienen ningún caso activo de coronavirus "no tengan que pagar los platos rotos", ya que dicen entender que "por culpa de algunas zonas de Palma que son más difíciles de controlar", no tienen porqué cerrar sus interiores si no tienen contagios.
"Siempre pagamos los mismos, las familias, los pequeños empresarios y los autónomos del sector, y parece que para el Govern lo fácil es ir en nuestra contra, porque es la única medida que saben aplicar, lo demás se les escapa, y somos a quien se nos penaliza constantemente", han subrayado.