Para poder llevar a cabo dicho objetivo ha pedido a la institución que gestiona Francesc Antich conseguir la máxima coordinación con la Conselleria de Sanitat y de esta manera volver a poner en marcha “un motor económico más” que según Rosales “es responsable, respetuoso con el entorno y que deja importantes sumas de dinero a la ciudad”. Rosales ha recordado “la unanimidad que ha habido en el Parlament a la hora de pedir a la APB que trabaje con puertos del Estado para abrir las instalaciones de Balears y tal como se ha hecho en Canarias”.
Otro tema que se ha tratado con el presidente Francesc Antich ha sido la predisposición de la asociación de PIMEM en planificar la gestión de los flujos de gente que se puedan dar con la llegada de los cruceros y que en ocasiones ha creado cierto debate sobre el colapso puntual que pueda vivir Palma.
Para la portavoz de la asociación Alex Fraile, “se trata de ayudar a las instituciones con propuestas concretas a fin de tener siempre un control y trasladar la imagen a los ciudadanos que los cruceros no sólo cumplen con escrupulosas medidas de seguridad contra la COVID sino que los desembarcos son muy seguros y controlados”.
La asociación ha calificado de muy productiva la reunión y ha agradecido la posibilidad de explicar la situación económica y laboral por la que pasan estos profesionales ya que en gran medida viven de la llegada de los cruceros. Pro guías turísticos se han puesto a disposición de APB para asesorar en todo lo que haga falta para contribuir a una pronta recuperación económica de Balears.