En este sentido, el representante de la misma, el doctor Miquel Munar, ha explicado que el escenario actual es “muy preocupante” pues “esto no va bien” y si la situación no mejora, cumpliéndose de esta forma las advertencias de los expertos en la materia, se avecina una “hecatombe sanitaria y económica”.
Exigimos, ha añadido, “saber cuántas vacunas van a llegar y, sobre todo, cuándo”. A estas alturas, ha recordado, “las autoridades nos decían que habría entre 60.000 y 80.000 vacunas semanales” pero desde la Conselleria de Salud del Govern balear “no nos dan información exacta”. Todas las respuestas, ha dicho, “siempre son ambiguas y nada precisas”.
“No pretendo atacar, tan solo explicar cuál es la situación real ya que al ritmo que vamos con la vacunación es imposible que a finales de junio esté el 70% de la población vacunada”. Si llegasen 80.000 vacunas semanales a partir de la semana que viene, ha explicado Munar, “necesitaríamos diez semanas para llegar a los 800.000 vacunados que es el equivalente al 70% de la población”.
La situación actual no solo no aporta información exacta sobre la cantidad de vacunas que deberían llegar, sino que, además, “desvía la atención”. Las administraciones “deben centrar el foco sobre la vacunación y dejar de vender propaganda institucional” ha declarado Miquel Munar.
Los indicadores y las últimas informaciones publicadas, ha explicado el doctor, marcan que vendrá otra ola pero si el ritmo de vacunación fuera el deseado, “todas las muertes que vengan a partir de ahora podrían evitarse”.
Por eso es obligación del Govern balear y del Gobierno español, ha añadido, “llevar a cabo todas las acciones necesarias para adquirir las vacunas”. Cabe recordar que ambas instituciones tienen competencias legales para comprar vacunas. “Entiendo que no lo hagan por solidaridad con el resto de comunidades y con la Unión Europea pero deberían interceder para resolver la situación” tal y como están haciendo otros países europeos.
Precisamente por ello, Munar ha explicado que ha empezado “una ronda de conversaciones con los partidos que tienen influencia en el Gobierno de España, aunque no formen parte de él”. Pediremos, ha concluido, “que intercedan por nosotros”.