La bajada en la incidencia acumulada, así como en el número de nuevos casos positivos y en la ocupación de las Unidades de Curas Intensivas (UCI), mantienen la puerta de nuestra comunidad abierta a la hora de poder recibir turistas internacionales durante estos días de vacaciones.
A las buenas cifras sanitarias actuales, hay que añadirle la confianza mostrada por Francina Armengol ante la próxima llegada masiva de vacunas a nuestra comunidad.
"Lo que hay que hacer es una desescalada muy lenta y eso es lo que estamos haciendo desde el Govern", ha afirmado Armengol, añadiendo que "hay que ir abriendo de forma muy segura las diferentes actividades económicas y la movilidad entre los ciudadanos". "Lo primero es salvar vidas para poder abrir de forma segura y tener temporada turística", ha destacado Armengol.
Así, las buenas expectativas también quedan confirmadas con las reuniones mantenidas en los últimos días entre miembros del Ejecutivo autonómico y representantes de importantes agentes comerciales extranjeros.
De hecho, hace tan solo unos días que el consejero delegado del turoperador alemán TUI, mostró su confianza en que su país relaje en breve las restricciones de movilidad internacional. Las compañías aéreas serán las próximas en reunirse con el Govern balear.
El conseller de Model Econmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela, ha explicado el objetivo de estas reuniones es "ir trasladando la situación en la que nos encontramos y para ir viendo las expectativas para esa campaña de verano tan importante para nosotros" y ha resaltado que "sin ninguna duda, seremos uno de los principales destinos para nuestros principales mercado"
Pese a que la decisión final de mantener abiertos los puertos y aeropuertos a los turistas extranjeros esta Semana Santa dependerá, en última instancia, del Gobierno de Sánchez, Armengol ha asegurado que en ningún caso se relajarán las medidas de control sobre los viajeros.
Después de conseguir rebajar la incidencia de la pandemia a mínimos, Balears ya tiene en mente su próximo objetivo: convertirse en destinación segura sin provocar con su reactivación económica la llegada de una cuarta ola.