Cooper, que este sábado integró el K4-500 seleccionable para Tokio, cree “será injusto para los dos palistas que queden o quedemos fuera porque todos merecemos ir y ganar una medalla. Pero son los criterios que ya sabíamos antes de que comenzara el ciclo, así que debemos o deberíamos estar mentalizados de que puede ocurrir”, apuntó.
El palista balear disputó la segunda de las seis tiradas que las tres combinaciones establecidas llevan a cabo en Trasona (Asturias) desde el pasado viernes y hasta el jueves de la próxima semana, para definir los tripulantes del K4 español.
La embarcación que entrena Miguel García se proclamó subcampeona en todos los Campeonatos del Mundo del actual ciclo olímpico. Tres campeones olímpicos -Craviotto, Walz y Toro- junto a Arévalo- ganador del selectivo para el K1 200 en Tokio- han conformado la combinación que esta mañana ha disputado su contrarreloj.
Este viernes lo hicieron Craviotto, Garrote, Arévalo y Toro. Este domingo le toca el turno a Craviotto, Walz, Arévalo y Germade. Tras la jornada de descanso del lunes llegará una segunda prueba cada una de las tres combinaciones que se repartirán el martes día 9, el miércoles 10 y el jueves 11.
Marcus Cooper, campeón olímpico en K1 1.000 en Río 2016, afirmó que el “selectivo ha comenzado bien” para sus intereses. “El otro día en el K1 200 estuve relativamente cerca de las cuatro ‘bestias’ y ahora en el estreno en el K4 500 he tenido buenas sensaciones en esta primera tirada. Espero que al final gane el mejor, que nos respeten las condiciones y sean todas las tiradas igual”, apuntó en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Piragüismo.
Cooper confesó que los 500 metros son su distancia “favorita” por lo que espera “mucho”, ya que España cuenta con seis deportistas de gran nivel, que se encuentran entre los “mejores del mundo”, por eso “los cuatro que salgan seguro que estarán para pelear por el oro olímpico”. “Espero que en este K4, esté quien esté, llegue a lo más alto” en Tokio.
El campeón olímpico reconoce que ya domina “un poco como funcionan” los Juegos, por lo que le resulta “familiar” el trámite de clasificación a última hora y acudir a la cita, lo que le da la “pequeña ventaja de poder ir más tranquilo y preparado, sobre todo mentalmente”, de lo que estuvo en Río. “Además, iría con una mentalidad distinta, sabiendo que podemos lograr algo grande mientras que allí acudí con esa incertidumbre. Para mí es un extra de tranquilidad”, sentenció Cooper