Después de haber finalizado la segunda fase prevista en el Plan de Fosas 2018-2019, el equipo técnico de Aranzadi ha ampliado el área de actuación prevista inicialmente y ha realizado nuevas prospecciones en las fosas excavadas en 2016 para comprobar si existían diferentes niveles y una mayor profundidad de los enterramientos, tal y como se ha constatado en las fosas cinco y 11, recientemente excavadas.
El objetivo ha sido comprobar si se repetían las novedades que se habían observado en las fosas cinco y 11, excavadas en la segunda fase, donde se han documentado dos momentos de enterramientos separados por una capa de tierra compacta de 30 centímetros. Además, el segundo grupo de restos presentaban una profundidad mayor que la documentada en las fosas del año 2016, que era de 80 centímetros.
Estos datos, sumados a que aún faltan víctimas por localizar, ha llevado a Aranzadi a plantear que en algunas de las fosas excavadas en la primera campaña, especialmente en aquellas que contenían menor número de restos, podría haber un segundo grupo enterrado a mayor profundidad.
Las tareas de excavación han consistido en revisar todas las áreas excavadas durante el año 2016 y se ha comprobado que existe un nivel inferior en tres de las ocho fosas exhumadas hace cuatro años. Los restos localizados en estos niveles inferiores superan, de momento, la veintena de cuerpos, que se suman a los 93 localizados cuando se concluyó la segunda fase. De este modo, la cifra total de víctimas recuperadas en el cementerio de Porreres se aproximaría a la que está documentada históricamente, en torno a las 120.
El equipo técnico de Aranzadi ha confirmado que cinco de las 13 fosas que se han documentado hasta día de hoy en Porreres tenían dos niveles de enterramientos, separados por una capa de tierra muy compacta de 30 centímetros de grosor. Estos segundos grupos de restos presentan una profundidad de entre 100 y 110 centímetros.
