Según ha informado Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática en nota de prensa, la cuantía de esta nueva convocatoria ha ascendido a 1,4 millones de euros, una partida que se ha ampliado en 400.000 euros en relación con el año pasado. También, ha añadido, se han ampliado tanto la subvención máxima por establecimiento como la intensidad subvencionable.
De esta manera, ha precisado, se ha establecido un límite de 9.000 euros por comercio, mientras que la anterior convocatoria fijaba ese límite en 8.000 euros, y el máximo subvencionable ha pasado del 70 por ciento de la inversión hecha al 80 por ciento.
Estas ayudas publicadas este sábado en el BOIB están destinadas a rehabilitar y modernizar el pequeño comercio. En el caso de comercios emblemáticos, los establecimientos deberán cumplir tres categorías para poder ser considerados como tal. Así, deberán ser arraigados, es decir, tener un oficio singular; ser históricos, tener 75 años o 50, en casos excepcionales, y tener elementos arquitectónicos destacados.
Como novedad de este año, los comercios podrán solicitar la ayuda para cubrir hasta el 20 por ciento del gasto corriente. Además, a la hora de tramitar los expedientes, se valorará si el establecimiento solicitante está ubicado en una zona que se haya tenido que confinar a causa de la pandemia de la COVID-19.
A estas ayudas se podrán acoger, asimismo, todos los proyectos que se hayan llevado a cabo a partir del 1 de noviembre de 2020 y hasta el 15 de septiembre de 2021.
En concreto, serán subvencionables, las inversiones en mejora tecnológica encaminadas a potenciar el comercio electrónico en los establecimientos de venta personal; las inversiones que contribuyan a una economía baja en carbono, la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad; las inversiones para mejorar la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas y la compra de equipamiento necesario para la modernización y la mejora de la imagen del establecimiento.
También serán subvencionables las obras y reformas para la mejora y la modernización del establecimiento y, en especial, aquellas dirigidas a adaptar el comercio a las nuevas necesidades surgidas a raíz de la pandemia; así como los gastos corrientes desde el 1 de noviembre de 2020 y durante el estado de alarma.
