La investigación se inició a raíz de una denuncia por la desaparición de una mujer que convivía con un matrimonio desde hace cuatro años con quienes tenía una relación muy estrecha y se encargaba del cuidado de un hijo menor.
Tras varias investigaciones, la Policía Nacional comprobó que la mujer era víctima de explotación sexual y que el matrimonio presuntamente ofrecía los servicios sexuales de la mujer, a través de una conocida web de contactos, pactando posteriormente de forma directa, la duración, precio, modalidad de prestación y otros pormenores con los clientes.
Todo el dinero recibido por los servicios sexuales se lo quedaban los investigados. No entregaban cantidad alguna a la víctima, limitándose a darle alojamiento y comida. De acuerdo con los agentes, los investigados ofrecían los servicios sexuales de la víctima a 100 euros por una noche, 300 por todo un fin de semana, e incluso todo un mes por 2.000 euros.
A raíz de las gestiones realizadas, los agentes han comprobado que la víctima es una persona especialmente vulnerable por varios factores que han quedado acreditados en la investigación y que los presuntos autores se habían aprovechado de esa situación de necesidad de la víctima, lo que motivó que la misma huyera del matrimonio y buscara ayuda de la policía, así como de otros servicios sociales.
Así, el pasado martes, los agentes procedieron a la detención del matrimonio como presuntos autores de un delito relativo a la prostitución y explotación sexual, pasando ambos a disposición judicial.