Juan Antonio Fernández, uno de los okupas, ha explicado que "hemos pedido ayuda al consistorio y a servicios sociales pero no nos hacen caso" y ha añadido que "hay unas ratas enormes que parecen gatos, viviendo así no sé como todavía no hemos cogido nada".
Los okupas denuncian que ni el Ajuntament de Palma, ni el IMAS hacen nada por ellos. "Pasan de nosotros, como si no existiéramos. Limpiamos la zona tal y como nos pidieron, hemos retirado kilos de basura pero no nos han traído ni sacas para poder retirarlos", ha advertido Fernández.
La placeta es un centro gestionado por el IMAS, un albergue que los residentes de la prisión rechazan por su comportamiento hacia los sin techo. "Los he denunciado tres o cuatro veces porque la higiene es mínima, la comida pésima y nos miran por encima del hombro, no somos números, sino personas", ha señalado Olga Amador, okupa de la antigua prisión de Palma.
Y es que las condiciones en las que se encuentran, deberían de hacer sonrojar a los responsables sociales de nuestra comunidad. "Yo habito en la planta baja, no se veía el suelo de suciedad, lo hemos limpiado todo, pero con la humedad las ratas hacen agujeros y se meten en la vivienda", ha manifestado Amador.
Estas personas sin techo piden simplemente una vivienda digna para poder continuar con sus vida sin miedo a que la suciedad acumulada y las ratas pongan todavía más en peligro su frágil existencia.
