La propiedad del hotel decidió durante el confinamiento llevar a cabo una reforma que modificaba la fachada del edificio e incluía la obra del artista Mesas. Así, el propietario del establecimiento, Jaime España, asegura que el edificio no está catalogado y que las obras comenzaron con el visto bueno de los técnicos del Ajuntament de Palma, por lo que no entiende que ahora aleguen desde Cort que "el mural es demasiado grande y llamativo para paralizar el proyecto. Precisamente, para que una creación artística sea un referente en la ciudad de Palma, tiene que ser un edificio importante y que llame la atención".
La polémica está servida y ya ha provocado divergencias, incluso, en el seno de MÉS per Palma, uno de los integrantes del tripartito que gobierna en Cort. Así, durante la última comisión de Centre Històric, los concejales Neus Truyol y Toni Noguera han emitido valoraciones y votos diferentes sobre la autorización de esta obra.
El autor, José Luis Mesas, no entiende los motivos de Cort para intentar paralizar su trabajo. "Al Ajuntament le van a dar dos Oscar por la chapuza del año. No entiendo por qué yo no puedo pintar esta fachada, ¿por ser gitano?", se pregunta un enfadado Mesas.
El dueño del hotel, Jaime España, se ha comprometido con el Consistorio a pagar de su propio bolsillo "pintar de nuevo la fachada de blanco en tres años si a la gente no le gusta el mural. Lo democrático sería que los ciudadanos se pudieran manifestar. No entiendo esta negativa tan firme por parte del Ajuntament. No sé que pensar".
