"Estaba en la sede del partido socialista y cuando escuchamos la noticia, un grupo de militantes decidimos quedarnos en la sede escuchando las noticias con la radio puesta y en constante comunicación con el Ajuntament de Palma y los diferente alcaldes socialistas", ha explicado Joan March, añadiendo que "pese al desconcierto, estábamos tranquilos. Decidimos pasar la noche en la sede para guardarla, por lo que pudiera ocurrir y mandar a Ramón Aguiló y Luis Sánchez a un piso secreto".
Aunque el golpe de estado impulsado por varios militares encabezados por Antonio Tejero no prosperó, March ha contado que "nadie estaba demasiado seguro de que no pudiera volverse a repetir, por lo que elaboramos un plan de emergencia y lo hicimos llegar a los cargos públicos del partido". De hecho, este plan contaba con "establecimos 4 niveles de alarma y en diferentes sobres se indicaba los pasos a seguir en caso de que la persona recibiera ese sobre".
Precisamente, el que fuera secretario de organización del PSOE en Balears ha manifestado que "creamos una ejecutiva en la sombra formada por personas mayores porque creíamos que no les detendrían dada su edad. Recibieron dinero del partido, una especie de caja de resistencia por si alguien tenía que huir y teníamos un piso franco en Porto Pi por si alguien tenía que esconderse, este plan estuvo vigente hasta casi dos años después del 23F".
Con todo, Joan March Noguera ha admitido que "soy un firme defensor de la Constitución del 78, se hizo todo lo mejor que se pudo en ese momento. Hemos tenido 40 años de tranquilidad y en estos años, se han sentado las bases para seguir avanzando en una democracia social y fuerte en España".