"El barco es una burbuja. Están trazando constantemente los contactos, haciendo pcrs... Se guarda el distanciamiento y se cumplen de manera escrupulosa todas las indicaciones sanitarias", ha señalado Fraile.
"Muchos guías turísticos llevan desde 2019 sin trabajar. Estamos al borde de un cataclismo económico sin precedentes. Y no solo hablamos de guías turísticos, sino de restaurantes, compañías de autocares, comercios, taxistas... Hay que reactivar la economía cuanto antes, hay que convivir con este virus", ha señalado Fraile.
Es por este motivo que Fraile no entiende "cómo los partidos del Govern del Pacte votaron en contra de una PNL presentada en el Parlament a favor de la reactivación del sector de los cruceros. Se escudan en la masificación y en la cuestión sanitaria. ¿Qué masificación? No hay ni un solo turista en Balears. Y en cuanto a la cuestión sanitaria, los protocolos de las navieras se han mostrado más que efectivos".
"El futuro del turismo hay que empezar a planificarlo ya, dejando de lado las cuestiones ideológicas. Los controles en puertos y aeropuertos deben ser mucho más rígidos. Hay que apoyar el pasaporte de vacunación y vacunar al personal turístico cuanto antes mejor. Y, sobre todo, desde el Govern tienen que empezar a elaborar los protocolos necesarios para poder volver a recibir cruceros. Canarias es el único puerto que sigue funcionando en este sentido, y Málaga y Barcelona ya nos están tomando ventaja en la reactivación de esta actividad", ha indicado Fraile.
Álex Fraile ha señalado que "el balance para los guías turísticos es catastrófico. No hemos podido reactivar nuestro trabajo y estamos totalmente abandonados por la Administración. No vemos una solución a corto plazo, no vemos la luz al final del túnel".