Según ha informado la Policía Nacional este domingo en una nota de prensa, el acoso habría comenzado dos años y medio atrás y no habría cesado ni siquiera tras la intermediación de la dirección del comercio, llegando a alterar gravemente el desarrollo de la vida profesional y personal de la víctima.
La empleada del centro realizó una denuncia en la que daba cuenta de que en los últimos dos años había venido sufriendo acoso por parte de un cliente, que no cesaba en su actitud, pese a haberle mostrado desde el principio su disconformidad.
Al parecer, el primer signo de acoso se hizo evidente cuando, casi a diario, el detenido acudía al establecimiento, se quedaba mirando fijamente a la empleada, realizándole igualmente gestos obscenos.
La víctima de los hechos, incluso, pudo observar como este varón de 57 años de edad en varias ocasiones se encontraba frente a su domicilio.
Por todo ello, la empleada decidió interponer una denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional en Manacor, iniciando, entonces, los agentes las investigaciones.
Una vez vistos los indicios de autoría de un presunto delito de acoso, los funcionarios policiales recopilaron toda la información necesaria y procedieron a la identificación y posterior detención del presunto autor de los hechos.
Éste delito de acoso, también conocido como 'Stalking' es una palabra de origen anglosajón que significa 'acecho', y que describe un cuadro psicológico conocido como síndrome del acoso apremiante, ha explicado la Policía.
El afectado, que puede ser hombre o bien mujer, persigue de forma obsesiva a la víctima, la espía, la sigue por la calle, la llama por teléfono constantemente, le envía regalos, le manda cartas y SMS, escribe su nombre en lugares públicos y, en casos extremos, llega a amenazarla y a cometer actos violentos contra ella.
Estas conductas constituyen delitos de acoso tipificado en el Código Penal, por lo que la recomendación de la Policía Nacional es que cualquier persona que se sienta acosada denuncie la situación.