Una estadística nada halagüeña y que, si la comparamos con otras regiones con una población similar a la nuestra, nos deja todavía en peor lugar. Así, las dosis recibidas en Balears, con 1.200.000 habitantes, solo representan al 1,6 por ciento de la población.
Asturias, con una población de 1.010.000 habitantes, ya ha recibido 113.315 vacunas, lo que supone un 3,4 por ciento de su población, mientras que Extremadura, por ejemplo, que cuenta con una población total de 1.060.000 habitantes, ya ha recibido 103.115 dosis, lo que representa el 3,3 por ciento de su población total.
Las cifras no parecen acompañar al objetivo marcado desde el Govern de alcanzar la inmunidad de rebaño, el 70 por ciento de la población, antes del verano. Los problemas en la producción de las vacunas y su posterior lentitud en la distribución ralentizan un proceso de vacunación básico para salvar vidas y llegar con opciones a la temporada turística.
Está por ver, tal y como reconoció ayer la propia presidenta del Govern, Francina Armengol, si a finales de marzo se produce una llegada masiva de vacunas generalizada que incremente el ritmo de vacunación en el conjunto de España en general y de las Illes Balears en particular.