Massanet ha reconocido que "la gente está pidiendo mucho. Hemos tenido que decir incluso que no a algunos clientes, porque lo importante es ofrecer un buen servicio, no de cualquier manera. Todo esto es nuevo para nosotros, pero estamos estudiando las alternativas para que nuestros productos puedan llegar a casa de nuestros clientes los siete días de la semana".
Fundado en 1700, Can Joan de s'Aigo se resiste a dar su brazo a torcer ante esta maldita pandemia. "Hemos tenido que tomar decisiones muy dolorosas y hay que reconocer que ahora mismo los gastos superan con creces a los ingresos. Por eso confiamos en que el proceso de vacunación sea lo más rápido posible", ha señalado Massanet.
"Lo lógico sería que lo primero en abrir fueran las terrazas, pero de lo que realmente tenemos ganas es de poder a volver a abrir el interior, volver a tener gente dentro. Para mucha gente mayor, su actividad diaria favorita era venir a Can Joan de s'Aigo y tomarse un chocolate tranquilamente durante un buen rato. Muchos me llaman y me preguntan a ver cuándo volveremos a abrir, y yo les contesto entre risas que para saber eso tienen que escuchar a Armengol, no a mí", ha explicado Massanet.
El gerente de Can Joan de s'Aigo reconoce que el secreto de su éxito reside en "respetar la tradición y hacer las cosas como siempre. Elaboramos nuestros productos con las recetas de antaño y siempre con producto local. La ensaimada es nuestro auténtico producto estrella, aunque también salen muchos cuartos. Nuestro chocolate y nuestros helados también son conocidos en todos los hogares de Palma".