Según ha informado la Policía este sábado en una nota de prensa, el grupo desmantelado, aprovechaba que algunos de los miembros trabajaban o guardaban relación con una empresa de construcción para obtener información privilegiada sobre la ubicación de cajas fuertes en viviendas de alto standing.
Con la información recibida realizaban gestiones para averiguar el horario más conveniente para llevar a cabo el robo, preferentemente cuando no estuvieran los moradores en su interior, y perpetraban el robo llevándose la caja fuerte, especialmente dinero, joyas y relojes de alta gama. Después de repartirse el botín entre los integrantes de la organización, le daban salida a los objetos robados, parte de ellos enviándolos a sus países de origen.
Los funcionarios policiales han esclarecido numerosos robos que se habían perpetrado entre finales del año 2019 hasta la actualidad, sin embargo el número puede aumentar ya que se está a la espera de los resultados de gestiones.
MODUS OPERANDI
Los agentes de la Policía Nacional han constatado, además, que, con la información recibida y una vez contrastada la idoneidad del robo, los detenidos intentaban hacerse con una copia de la llave que, previamente, tenían para la reforma.
En el caso de no poder obtener la copia de la llave, no dudaban en forzar los accesos mediante palanca, permaneciendo en el interior de la vivienda durante bastante tiempo ya que sabían que no iba a haber moradores en su interior. Su objetivo principal eran las cajas fuertes que se llevaban atendiendo a las características del inmueble, mediante arrastre o introducidas en cajas de cartón y transportadas en una carretilla o transportín.
El reparto de tareas en la organización delictiva era primordial ya que unos buscaban información mientras que otros llevaban a cabo el robo o le daban salida a los efectos, manteniendo una jerarquía entre los miembros.
EMPLEO DE LA VIOLENCIA
En uno de los robos, los detenidos utilizaron la violencia ya que en el interior se encontraba una empleada del hogar. Para cometer el robo simularon ser repartidores de paquetería preguntando por el dueño de la vivienda para, en el momento de abrir la puerta, empujar y golpear a la empleada llegando incluso a intentar amordazarla. La mujer se resistió y gritó pidiendo auxilio, lo que llamó la atención de los vecinos que se interesaron por lo que pasaba y provocó la huida de los delincuentes.
Los agentes llevaron a cabo, entonces, una investigación en la que obtuvieron diversas pruebas que determinaban la participación de varias personas en los robos. Además constataron que algunos de los investigados concertaban matrimonios de conveniencia, por lo que falsificaban documentos para realizar tal cometido.
OPERATIVO POLICIAL
Este pasado jueves, los agentes han establecido el correspondiente operativo policial y han llevado a cabo cinco entradas y registros domiciliarios en los que se han intervenido joyas, relojes, dinero, documentos y otros efectos que tienen que ser analizados.
En el operativo se han detenido a siete personas, cinco de ellas como presuntos autores de delitos de integración a grupo criminal, robos con fuerza, robo con violencia y dos de ellos como presuntos autores de favorecimiento a la inmigración ilegal y falsedad documental.
La investigación policial, que se encuentra bajo secreto, continúa abierta a la espera de más detenciones y al esclarecimiento de más robos.