La actividad convocada era un reparto de alimentos y productos de primera necesidad, si bien en algunos canales vinculados al movimiento los simpatizantes habían difundido la convocatoria como una nueva concentración de protesta.
En este sentido, la Delegación del Gobierno en Balears no había recibido ninguna comunicación para realizar una manifestación. La plataforma tampoco tenía permiso para distribuir alimentos o colocar una parada en la plaza.
Además, actualmente las reuniones de no convivientes están prohibidas en Mallorca por el nivel 4 de alerta sanitaria. Por estos motivos, la Policía ha impedido llevar a cabo la actividad para evitar aglomeraciones.
Uno de los portavoces de 'Resistencia balear', Víctor Sánchez, ha explicado que a la hora de la convocatoria se han encontrado bloqueados los accesos a la plaza. Sánchez ha informado de que ya estaba allí una importante dotación de efectivos policiales, que le han recomendado suspender el acto.
Según Sánchez, desde la Policía le han indicado que si se llevaba a cabo la actividad procederían a identificar a los participantes para imponer posibles sanciones.
Finalmente no se ha llegado a colocar ninguna mesa y los colaboradores del movimiento se han llevado los alimentos que habían traído al bar La Balanguera, un local que están utilizando como almacén. Sánchez ha explicado que todos los miércoles realizan repartos de comida a los más desfavorecidos.
Por otro lado, Sánchez ha criticado que se hiciera pública la imposición de multas por la manifestación del pasado sábado antes de que se comunicasen las sanciones formalmente a los afectados.
Igualmente, ha asegurado que no tiene capacidad económica para afrontar las multas. "Ya estaba arruinado", ha apuntado, protestando por el cierre de su negocio por las medidas contra el COVID-19.
'Resistencia balear' ha organizado en el último mes diversas manifestaciones pidiendo la dimisión de la presidenta del Govern, Francina Armengol, tras decretarse el cierre de bares, restaurantes, gimnasios y otros negocios en Mallorca. La primera de ellas, que se llevó a cabo sin autorización, congregó a unas 4.000 personas; las siguientes se convocaron con permiso a modo de marcha motorizada pero numerosas personas se sumaron a pie.