A pesar de que los organizadores habían recibido una autorización expresa por parte de Delegación de Gobierno para que la marcha fuera motorizada, miles de personas han recorrido a pie el trayecto que une el Palau de Congresos hasta el Consolat de Mar.
Los gritos en contra de Armengol, protagonista también en algunas pancartas que portaban los manifestantes, se combinaban con la música y los botes de humo que han prendido algunos de los asistentes durante la marcha.
Así, cerca de un centenar de coches ha encabezado la ruta, seguida por una larga comitiva de personas a pie que, además de exigir la dimisión en bloque del Govern y la llegada de ayudas para el sector de la restauración, se han puesto a bailar al son de la música procedente de un camión convertido en discoteca a su llegada al Consolat de la Mar.
El portavoz de la Plataforma Resistencia Balear, Víctor Sánchez, ha defendido que esta movilización se lleva a cabo "para exigir la dimisión en bloque del Govern" y "reclamar ayudas para el sector, dado que las ofrecidas hasta el momento se han demostrado insuficientes". "Exigimos la reapertura de nuestros negocios ya", ha añadido.