A pesar de que desde el Ajuntament se anunció hace unas semanas que se reduciría el aforo en el interior de los vehículos y se reforzaría la flota para asegurar las frecuencias, son muchos los que aseguran que "las distancias de seguridad y no vamos tranquilos".
"Me parece súper triste que estén hablando de un virus que al parecer te puede asaltar cuando vas caminando al lado del mar, pero que en un autobús no. No hay medidas. No hay limpieza, nada. No es comprensible", ha señalado una vecina. "En las horas punta vamos muy juntos, hay demasiada gente", añade otra usuaria de la EMT.
La estricta vigilancia para el cumplimiento de las restricciones impuestas en la mayoría de los sectores productivos contrasta con la laxitud de las actuaciones en el transporte público. Una situación que genera desconfianza e indignación entre los vecinos de la capital.