Así lo ha comunicado este miércoles el departamento de Medio Amiente y Sostenibilidad del Consell de Mallorca. La decisión responde al estado actual de la pandemia de COVID-19 y las restricciones en Mallorca.
Los refugios del Consell acogieron durante todo 2020 a un total de 6.858 usuarios, una cifra que supone un descenso del 78,6 por ciento en comparación con el año anterior. Ha sido "un año muy complicado para el senderismo y las actividades de montaña", según indicó el Consell, pues los refugios tuvieron que echar el cierre durante casi medio año, para adaptarse a las medidas sanitarias.
El Consell gestiona directamente los refugios de Tossals Verds (Escorca), Son Amer (Escorca), Muleta (Port de Sóller) y Coma d'en Vidal (Estellencs), mientras que una concesionaria se encarga de los de Can Boi (Deià) y Pont Romà (Pollença).
Además, la construcción del nuevo refugio de Galatzó, que contará con 52 plazas de pernoctación, y las obras del de Raixa, que dispondrá de otras 50 plazas, aumentarán la disponibilidad total de los refugios de Mallorca hasta las 333 plazas. El refugio de Galatzó estará terminado para finales de este año, mientras que las obras de Raixa, que dispondrán de un presupuesto de 3,6 millones de euros, siguen en concurso de ideas.