“No podemos tener un pueblo sostenible si hay personas que no cumplen con las normas, pero con el trabajo de todos podremos conseguirlo”, ha declarado el alcalde Eric Jareño. La infracción fue depositar restos de obra en un contenedor de la calle Estepa. Concretamente fueron tres sacas con gran cantidad de material (cableado eléctrico, pasta para juntas, placas de yeso, aislante...).
La persona implicada pudo ser identificada y se contabilizó todo el vertido por parte de los agentes.
Estos hechos suponen el incumplimiento de los artículos 20 y 32 de la ordenanza municipal de la limpieza viaria, puesto que se prevé que se tiene que limpiar y recoger los diseminados y depositarlos en los contenedores de obras o transportarlos para depositarlos posteriormente en vertederos autorizados.
Las sanciones por estas infracciones pueden subir hasta los 3.000 euros. “Seguiremos persiguiendo a todos aquellos que incumplan la normativa municipal porque, además, este hecho concreto supone un agravio para aquellos empresarios de la construcción que están haciendo su trabajo en Llucmajor de manera correcta”, ha declarado Jareño. Los hechos son considerados, por los técnicos municipales y por la ordenanza municipal, como muy graves.