Según ha informado Conselleria de Medio Ambiente y Territorio este domingo en nota de prensa, las tareas de recuperación han consistido en desbrozar, podar y retirar residuos del camino así como en reparar las paredes. Se han construido un par de bancos y se han instalado limitadores de paso de vehículos. Por el camino solo se podrá circular en bicicleta o bien a pie.
Antes de la construcción del actual aeropuerto des Codolar, este camino cruzaba el llano de Ses Salines desde la iglesia de Sant Francesc hasta la carretera de Vila en Sant Josep, con una longitud total de unos cuatro kilómetros dando continuidad a otros muchos caminos.
El callejón de Can Blai discurre entre paredes de piedra con 'esquena d'ase', un hecho singular de todo el viario en el ámbito del parque natural de Ses Salines con una anchura variable de entre dos y cuatro metros. Esta misma tipología de paredes es la que se encuentra en los bordes del último tramo del torrente de Ca Na Parra, antes de llegar a los estanques de la Sal Rossa y que también formaba parte del viario en otros tiempos.
El tramo del camino restaurado discurre, además, ha añadido la Conselleria por una estrecha franja de campos de cultivo que resta entre el aeropuerto y el prado y los estanques. Es un camino público, municipal y que ahora tiene continuidad con el camino que transcurre al lado de las pistas del aeropuerto y los estanques de Ses Salines hasta llegar a la playa des Codolar.
La nueva conexión abre la posibilidad para caminantes y ciclistas de poder llegar desde Vila hasta el extremo más alejado del Parque, sa Caleta, es Bol Nou y la punta des Jondal, sin tener que circular por carreteras. De hecho, solo se tiene que cruzar en una ocasión la carretera de ses Salines (EI-900) a la altura de Sant Francesc, donde se hallan el Centro de Interpretación y la iglesia de Sant Francesc.
El pasado mes de marzo estaba prevista la convocatoria de una actividad de voluntariado para colaborar en la recuperación de este camino, en colaboración con la Plataforma para la Catalogación de los Caminos Públicos de Eivissa y el Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia, pero el inicio de la pandemia obligó a suspenderla.