Según han informado desde el centro este jueves, solamente se mantendrán las intervenciones oncológicas y urgentes.
La directora médica del centro sanitario, Tamara Contreras, ha explicado que, a pesar de que la ocupación de enfermos con COVID-19 es baja en la planta de Medicina Interna, con tres pacientes ingresados este jueves, la situación en UCI es "más crítica".
La UCI contaba esta mañana con tres pacientes con COVID-19 y otros tres pacientes con otras patologías. El ingreso este mediodía de un cuarto paciente sin coronavirus ha motivado que se haya acordado destinar la Unidad de Reanimación Post Anestésica (URPA) como UCI para pacientes sin COVID-19 y trasladar allí a dos pacientes.
De este modo, en la UCI permanecerán cinco pacientes (tres con COVID-19 y 2 con otras patologías) y la URPA con dos pacientes sin coronavirus.
La directora médica ha hecho hincapié que los pacientes con COVID-19 que ingresan en la UCI tienen una estancia media de 30 días.
"Podemos hacer frente a un aumento de pacientes críticos, pero esto supone por un lado la suspensión de los quirófanos y por otro lado, el esfuerzo del personal sanitario que lleva meses trabajando contra esta pandemia", ha manifestado.
Contreras ha recordado que el plan de contingencia del Hospital contempla la posibilidad de poder triplicar la capacidad para pacientes críticos y el centro está preparado para poder llegar a las 21 camas de UCI.
La dirección del centro evaluará el próximo lunes la situación para determinar si es necesario realizar algún cambio en la planificación de la actividad del centro o se pueden reabrir los quirófanos para la actividad programada.
"Tenemos que estar continuamente valorando mantener la actividad programada para poder prestar la atención a todos los pacientes y también ser previsores ante un nuevo repunte de casos", ha concluido.