Yo he tenido la fortuna de estar ya en casa, aunque positivo aún, pero en casa, mientras hoy siguen 7.383 casos activos de los que 323 se encuentran hospitalizados en planta y 89 ingresados en las UCI’s. Y lo que es peor aún 476 personas han perdido la vida en nuestras Islas.
Pero estos datos parecen no importarnos y lo que nos preocupa realmente es la fiesta, las comidas, salir en tromba a todos sitios, quejarnos y protestar por las medidas y, sobre todo, echarle la culpa a los demás.
Yo no tengo la certeza de saber donde me he contagiado, me lo imagino, pero no estoy seguro, de lo que si estoy seguro es que en un momento determinado se tuvieron que dar dos circunstancias coincidentes en el tiempo y en el lugar. Yo me he descuidado y un positivo -posiblemente sin saber que es positivo- no ha seguido las normas y un contagiado más.
De esto no ha tenido la culpa el gobierno, ni las autoridades sanitarias, ni la policía, ni los bares, ni los supermercados. La culpa ha sido de dos personas que, por la razón que sea, han dejado un flanco abierto, luego la responsabilidad es nuestra, individual, de cada uno de nosotros.
Y yo, que he tenido que ser hospitalizado, que he tenido miedo, que he visto como al paciente de la habitación de al lado se lo llevan a la Uci porque empeora, que me falta el aire y me tienen que poner oxígeno, que veo a doctoras, doctores, enfermeras, enfermeros trabajando con una terrible presión, siguiendo unos rígidos protocolos, que cuando empeoras se les ve el miedo en los ojos y se preocupan cuando te lo ven a ti, yo que lo he vivido y sobrevivido he llegado a la conclusión de que ¡!!o no estamos entendiendo nada o somos realmente gilipollas!!.
Y es que, si lo hubiésemos entendido y, sobre todo asumido, tengo la completa seguridad de que no estaríamos como estamos, habría infectados, sí, pero muchos menos. Habría fallecidos, seguro que sí, pero muchos menos.
Las autoridades se están equivocando, están tomando decisiones que no nos gustan, otras que no entendemos y algunas que no aceptamos, pero todo eso no nos exime de nuestra responsabilidad individual de guardar y hacer cumplir todos los protocolos sanitarios individuales que nos están indicando porque solo de esa forma, y no de otra, podremos contener la expansión del virus.
Que nos digan que no reuniones de más de 6 personas no significan que dividamos entre ese número los familiares y amigos que tenemos y nos de el resultado del número de reuniones que tenemos que hacer. Lo que nos están diciendo es que el mayor flujo de contagio se da en el ámbito de la actividad social y que seamos prudentes. O cuando se nos permite quitarnos la mascarilla para tomar algo en el bar, lo que nos dicen es que solo nos la quitamos cuando vayamos a tomar, aunque nosotros pensemos que estar sentados en la terraza del bar con la taza del café vacía es una licencia para no llevar la mascarilla. O guardar dos metros de distancia es un invento llamado distancia social impuesta por los ineptos de los políticos.
En definitiva, lo que yo os quiero decir es que lo importante es lo que hacemos cada uno de nosotros, como entendemos las reglas y si las cumplimos. Cuando el medico te dice: “su diagnóstico es neumonía grave por coronavirus covid-19 y tiene que quedar ingresado” empiezas a darle vueltas a la cabeza intentando recordar cuando y como te ha pasado porque estás seguro de que en algún momento has fallado y por eso estás ahí. Seamos conscientes y consecuentes, pensemos en la familia, en los amigos, en los profesionales, etc, y cumplamos con nuestras obligaciones individuales y personales a raja tabla y así, solo así, venceremos.
Ahhh me olvidaba. FELIZ 2021
