El alcalde, Eric Jareño, y Bernardí Vives, como representantes de sus partidos, han firmado un acuerdo de gobernabilidad hasta el final de la presente legislatura. "Este pacto es un paso al frente por parte de Bernardí Vives, al que quiero agradecer este acto de responsabilidad en un momento por el que estamos pasando por una crisis sin precedentes y en el que lo más importante es reactivar nuestro municipio", ha declarado Jareño.
Dentro del acuerdo, el alcalde cederá al nuevo regidor el área de Mantenimiento Urbano y Entorno. "Dada mi experiencia, creo que es un área en la que podré aportar mucho, tanto en la gestión como en la coordinación con todo el Ajuntament", ha expresado Vives. El objetivo principal con esta nueva incorporación es trabajar para el municipio. De hecho uno de los puntos principales del pacto es compartir una visión de las necesidades de la ciudadanía y crear planos y proyectos para llegar a cumplir estos menesteres.
Las políticas de carácter social y económico han estado presentes en las conversaciones mantenidas entre los dos políticos durante los últimos meses. Existe una total coincidencia en la necesidad de priorizar aquellas decisiones que ayuden a superar la crisis derivada de la actual pandemia. La administración local, según los dos partidos, tienen que ganar en agilidad para adaptarse a la nueva situación y a las nuevas demandas que genera la ciudadanía. El trabajo de dinamización que tiene que liderar el Ajuntament tiene que aumentarse.
"No sólo nos hemos fijado en el presente, sino que también queremos impulsar decisiones de futuro que transformen Llucmajor en un municipio sostenible en todos los aspectos", ha subrayado Jareño. Así, el compromiso por parte de las dos formaciones, es afrontar la situación, poner a los ciudadanos en el centro de la acción política y diseñar el Llucmajor del futuro. "La eficacia y la proximidad de la gestión tienen que marcar, también, estos tiempos, y entre todos podemos conseguirlo", ha dicho Vives.