"Este acuerdo permite el inicio de una nueva relación entre Reino Unido y la UE. La que siempre hemos querido: una relación comercial y económica próspera entre Reino Unido soberano y nuestros socios y amigos europeos", ha indicado un portavoz del Gobierno de Boris Johnson tras anunciar el acuerdo.
El pacto finalmente será menos ambicioso de lo que la Unión Europea aspiraba, pero permitirá una relación comercial sin cuotas ni tarifas a condición de que Londres asuma reglas igualitarias en materia de competencia y otras salvaguardas.
El anuncio llega a solo una semana de que Reino Unido abandone definitivamente el Mercado Común y la Unión Aduanera, pero deberá ser aún examinado por los Estados miembro, lo harán en los próximos días para a continuación lanzar el procedimiento escrito necesario para su adopción, y necesitará de la aprobación del pleno del Parlamento europeo para entrar en vigor.
Con todo, las partes examinan vías legales para que el nuevo acuerdo de asociación y comercial pueda ponerse en práctica de manera "provisional" ya desde el 1 de enero para evitar una desconexión desordenada.
Londres y Bruselas iniciaron las negociaciones formales el pasado febrero pero las fuertes diferencias entre ambos apenas permitieron avances hasta hace pocas semanas, cuando la urgencia y el riesgo de una relación entre terceros fijada por las reglas de la OMC aceleraron las conversaciones.