Según ha informado la Comandancia General de Balears este sábado en nota de prensa, el incremento del número de rastreadores militares en las Islas se debe a la petición hecha por parte de la Conselleria de Salud y Consumo del Govern balear ante el incremento de nuevos casos diarios de COVID al Ministerio de Defensa.
El objetivo de incorporar a 30 nuevos rastreadores militares a los 100 efectivos de las Fuerzas Armadas ya existentes en Balears es no perder la capacidad de rastreo.
En concreto, los 30 militares que se sumarán este 21 de diciembre a las labores de rastreo contra la COVID en Balears pertenecen a la Comandancia General de Balears, del Ejército de Tierra.
La Comandancia General de Baleares creó una Unidad de Vigilancia
Epidemiológica, a mediados de septiembre, como célula de coordinación y enlace con la Comunidad, que con este nuevo incremento dispondrá de cuatro Secciones de Vigilancia Epidemiológica, donde se integra un psicólogo, personal sanitario y personal militar con formación específica, siendo su desglose: 117 del Ejército de Tierra, 12 del Ala 49 del Ejercito del Aire y uno de la Estación Naval de Porto Pi, Armada.
La 'Misión Baluarte' (punto fuerte de la defensa contra el asalto de tropas enemigas) es una misión que la Comandancia General de Balears ha asumido, ha aseverado, con "gran motivación" ya que permitirá seguir estando cerca de la sociedad balear y a su servicio en estos momentos difíciles.
En este sentido, ha apuntado que, aunque es una misión novedosa, no se parte de cero porque, ha destacado, además de la preparación de los rastreadores, los militares que se incorporarán a las labores de rastreo este lunes cuentan como fortaleza con su experiencia como rastreadores internos dentro de la 'Operación Balmis' y su relación con la Comunidad, con la que trabajan habitualmente en emergencias.