El enfermero del Servicio de Asistencia Médica de Urgencias (SAMU) Andreu Mascaró ha remarcado que "ya no hay excusas" para no respetar las medidas de sanidad y ha lamentado que "reinterpretar" lo que dicen los expertos "es engañarse a uno mismo". "La información está aquí, se trata de querer integrarla", ha indicado en rueda de prensa.
Por su parte, la técnica de laboratorio Aranzazu Pellicer ha precisado que se están realizando entre 2.000 y 3.000 PCR diarias y ha manifestado que "por 15 días que dura la Navidad, no tiene sentido tirar por la borda todo el trabajo" que se ha realizado desde marzo. "No vendrá de una cena ni de un fin de año", ha añadido.
"Vale más la pena perder una cena que no perder la vida en una sala de curas intensivas", advierte una de las sanitarias que aparece en el vídeo de concienciación producido por el Govern, en el que también se destaca la sensación de "soledad" que han visto los médicos durante estos meses en los hospitales.
Actualmente, el Hospital de Son Espases tiene habilitadas tres unidades de cuidados intensivos (UCI), de las cuales dos atienden a seis pacientes, mientras que la otra acoge a otros ocho. La médica Teresa Janer ha asegurado que la ocupación se ha mantenido "constante casi al 99 por ciento" durante las últimas semanas.
Según explica esta doctora, la edad media de los pacientes que se encuentran en la UCI es de unos 60 años, siendo la menor una paciente de 15 años y el mayor un hombre de unos 80 años. "Estamos pagando ahora las consecuencias del 'Black Friday', ahora la cuestión es evitar más enfermos graves", ha subrayado.
"Hablamos de olas, pero el sentimiento de muchos sanitarios de UCI es que siempre hay caos, aquí no vamos por olas", ha apuntado esta médica, que terminó su residencia el pasado mayo. "Estás poco o nada preparado y es difícil", ha contado Janer, quien ha asegurado que no han dejado de ver pacientes de coronavirus.
La enfermera de Son Espases Xima Delgado ha afirmado que la tercera ola es "una cosa esperada". "Cuando vas por la calle, ves que hay gente que lo hace bien pero los hay que podrían mejorar, se prevé lo que pasará", ha dicho Delgado, quien ha asegurado que los sanitarios están preparados para lo que pueda venir.
"Sí que nos da miedo, pero la diferencia es que ahora ya sabemos más que en marzo, esto es más previsible y estamos abriendo más camas", ha afirmado Delgado, quien ha asegurado que "hay más ingresos, de gente más joven, de personas que tienen patologías previas y de otras que no tienen ninguna".
En este sentido, Mascaró ha manifestado que "hay unos porcentajes que siempre se cumplen", de los que algunos "están destinados a un número de personas que irán a curas intensivas", mientras que, "por desgracia", hay otro porcentaje de personas "que no van a salir" de las UCI.
"El coronavirus se comporta así, es previsible", ha indicado este enfermero del SAMU. "Lo que veremos la semana que viene, es lo que pasó durante el puente de diciembre, y puede que lo que está pasando ahora venga del 'Black Friday'", ha recordado Mascaró. "El aumento de casos impacta en todo el sistema", ha añadido.
"La sociedad está más informada que nunca, la estrategia pasa por que el ciudadano colabore, haciendo un frente común, hablando en términos bélicos", ha señalado este enfermero del SAMU. "Pero al final, no podemos controlarlo todo, y el impacto de estos casos no es baladí", ha lamentado Mascaró.
Por su parte, la técnica de laboratorio ha señalado que su equipo está preparado para afrontar una tercera ola. "Cuando empezó todo no teníamos maquinaria, pero ahora estamos preparados y sabemos lo que vendrá", ha apuntado Pellicer. "Que la gente se porte mejor o peor en Navidad ya no depende de nosotros", ha lamentado.
"Lo que no ha salido en la televisión, evidentemente, son las caras de los pacientes", destaca Delgado. "La UCI es el último escalafón de los cuidados y cuando un paciente entra aquí está asustado", relata. "Son caras de miedo, pero también intentamos transmitirles esperanza", cuenta esta enfermera.
Por su parte, el enfermero del SAMU lamenta que los EPI que utilizan los sanitarios para prevenir los contagios suponen "una barrera", tanto para los trabajadores, como para los pacientes. "Estamos acostumbrados a tener un contacto más cercano con los pacientes, que te pueda ver la expresión corporal", dice.
Además, lamenta que cuando algún paciente entra en la UCI, no sabe si volverá a ver a sus familiares. "No sabes si te despertarás y encima te lo está diciendo una persona a la que solo le ves los ojos y a la que le escuchas la voz tapada por una mascarilla", explica.
Por otra parte, estos sanitarios han hablado sobre las consecuencias psicológicas y anímicas que les está suponiendo esta situación sanitaria. "Al final, no deja de ser diferente a ningún otro sanitario, pero hemos normalizado una situación estresante", ha afirmado Mascaró.
Asimismo, ha asegurado que el personal sanitario ha trabajado "un montón" y se ha tenido que "poner al día para hacer frente a una enfermedad", mediante "una estrategia que los equipos han tenido que asumir en un tiempo récord. "Quiero pensar que terminará con una explosión de alegría", ha añadido.
En esta misma línea, Delgado ha precisado que, en términos emocionales, "hay un poco de todo". "Los pasillos son tristes", ha asegurado esta enfermera, quien también ha manifestado que los enfermeros están cansados. "Intentamos sacarlo con buen humor y apoyarnos, pero es triste", ha dicho.
Además, Pellicer ha manifestado que sufren "mucho estrés y muchos nervios". "También es un sentimiento de frustración, porque no puedes dar más, somos lo que somos y tenemos los recursos que tenemos", ha remarcado esta técnica. "Llega un momento que es agobiante, se nota el cansancio y las horas de más", ha añadido.
En relación a los contagios por coronavirus en las residencias del archipiélago, Delgado ha señalado que están teniendo "pocos" pacientes, mientras que el enfermero del SAMU ha explicado que estas personas suelen ser atendidas por un "circuito paralelo", que cuenta con un servicio específico para atenderles.
"El SAMU es la primera línea de cribado en los brotes de residencia", ha contado Mascaró. En concreto, ha apuntado que el proceso que se sigue en estos casos es realizar una primera revisión, para después decidir con otros expertos qué vías seguir para "evitarles al máximo las molestias".