"El balance de este 2020 ha sido como todo lo que rodea a este año: crítico. La granizada de agosto cayó de lleno en la finca y perdimos el 75-80 por ciento de la producción y en el informe de los técnicos se calificaron las pérdidas de un cien por cien", lamenta Alcaide.
"De los 220.000 - 240.000 kilos de aceite que solemos recoger anualmente nos hemos quedado en 45.000. Ha sido garrafal", ha explicado el propio Alcaide.
El tiempo, sin embargo, no se detiene, y desde Son Mesquidassa ya empiezan a trabajar en una temporada que sea más provechosa que la anterior. "Hemos empezado la poda retirando las ramas dañadas de los olivos. Hemos traído a un gran profesional como Juan Cano para que nos asesore en este intensivo trabajo. Queremos formar a todo nuestro equipo, ya que la poda manual garantiza siempre una mayor producción que la mecánica".